27/11/17
OTRO MITO: ¿La minería no genera "valor agregado"?
Nos dicen
que la actividad minera no genera “valor agregado”… que sólo hay “valor
agregado” cuando el concentrado o la materia prima es industrializada… ¿Será
cierto, o es sólo otro mito más que instalan los enemigos de la minería?
¿Aprovechar
nuestros recursos para obtener concentrado de cobre o carbonato de litio no
tiene “valor agregado”?... ¿Sólo la industrialización de esas materias primas
produce valor?… ¿Hay que producir cables o baterías de litio para que valga la
pena? Veremos este otro mito que imponen los que se oponen a la producción industrial de materias primas.
¿Qué es el “valor
agregado”?
El concepto
de “valor agregado” se emplea en el terreno de la contabilidad y de la economía. Una de las
acepciones se refiere al valor económico que gana un bien cuando es modificado
en el marco del proceso productivo, es el valor económico que el proceso de
producción le suma a un bien. Desde el punto de vista contable, el “valor
agregado” es la diferencia que existe entre el costo de producción y el precio
de mercado. Se calcula como la diferencia entre el valor final del producto y la
suma de los costos de los factores de producción, insumos, remuneraciones,
servicios, amortizaciones, consumo de capital fijo e impuestos directos.
La
definición de “valor agregado” no diferencia el tipo de producción, ni
contempla la ausencia de determinado proceso industrial, ni nivel alguno de
terminación del producto…
¿Ya tenemos
una mina?... NO, todavía no…
La minería
no empieza cuando ya tenemos un yacimiento y comenzamos a extraer el recurso
natural para producir una materia prima de uso industrial y valor comercial, empieza
mucho antes.
Un
yacimiento es una anomalía de la naturaleza, es algo extraordinario, y hay que
encontrarlo. La minería comienza con una idea de exploración, aplicando
conocimiento geológico para la prospección del recurso, a fin de determinar la
ubicación de una posible anomalía. Sigue con las tareas de exploración, para
determinar la ubicación, dimensiones, calidad y cantidad de recursos, para poder
definir si es comercialmente extraíble y procesable.
Una vez
ubicado y dimensionado, se abordan estudios de ingeniería para determinar la
forma de extracción, procesamiento y transporte, así como toda la ingeniería
financiera para disponer de los recursos necesarios para construir la
infraestructura física y su puesta en producción.
Un largo
proceso donde se aplica conocimiento, esfuerzo y recursos, en el que participan geólogos, ingenieros y numerosas
profesiones más… incluso implica la determinación de líneas de base ambiental y
social, y el estudio de los impactos que la puesta en producción dejará en la
naturaleza, en la economía y en la
comunidad.
¿Ya tenemos
la mina?, NO, todavía no…
No siempre semejante
esfuerzo se convierte en una mina, en cualquiera de las etapas se puede
suspender y cancelar… a veces la naturaleza no nos sonríe, no hay suficiente mineral
o no nos sirve, al no tener la calidad o disposición necesaria. También puede
bajar el precio o que los gobiernos decidan subir los impuestos, haciendo el
proyecto inviable. Hasta puede suceder que parte de la comunidad se oponga al
proyecto, generando esos brotes de demagogia ambientalista que se concretan en normas
y leyes antimineras, a las que estamos tan acostumbrados.
Hay muchas
posibilidades de fracaso, y a empezar de nuevo, con otro proyecto… en otro
lugar. El tiempo, conocimiento e inversión se pierden… el “valor agregado”
nunca se realiza, se desperdicia.
Valor
agregado en minería
Si todo
sale bien, luego de invertir tiempo, conocimiento y dinero, se ha logrado
convertir un recurso natural desconocido, de escaso o nulo valor, con una
ubicación incierta e indeterminada, en un recurso económicamente aprovechable y
convertible en materia prima industrial. Ahora SI tenemos un yacimiento… se ha
agregado valor… y eso que todavía no se ha vendido nada.
Recién
cuando comience la producción y venta del producto, se puede calcular el “valor agregado” generado durante años de trabajo
e inversión.
Veamos un
ejemplo… EL VALOR AGREGADO DE LA MINERÍA EN EL PERÚ
“En la
exploración, el valor agregado se genera al localizar yacimientos minerales y
cuantificar la cantidad de minerales que poseen, así se transforma el recurso mineral
desconocido en uno conocido. En la extracción, el valor agregado se encuentra en
transformar el mineral disperso e imperceptible en la tierra, el cual no tiene
un valor comercial, en concentrados minerales que pueden comercializarse mediante
procesos que involucran alta tecnología”.
Veamos los
gráficos de la minería peruana…
El
principal metal producido en el Perú es el cobre. Su producción ha crecido a una
tasa promedio anual de 7.8% entre el 2005 y 2016. En 2005, la principal productora
de este metal era Antamina, a la que se suma la primera ampliación de la mina
Cerro Verde. La siguiente expansión significativa de la producción se dio en el
2012 debido a la ampliación de Antamina, a la que siguió en 2013 Antapaccay y
en el 2014 Toromocho. Por último, en el 2015 entraron en operación el proyecto
Constancia, la nueva ampliación de Cerro Verde y Las Bambas. Estos proyectos,
han permitido un crecimiento de la producción de cobre de 25.8% en el 2015 y de
40.1% en el 2016. Debido a la nueva ampliación, Cerro Verde se ha convertido en
la principal empresa productora de cobre en el país.
Crece la
producción de concentrados, crece el “valor agregado”…
“En el
sistema de cuentas nacionales que utiliza el INEI del Perú, se considera que
los procesos de exploración, minado y concentración son parte del sector minero
extractivo, mientras que la fundición y refinación son parte de la actividad
manufacturera primaria. Esta división en dos partes de un largo proceso de
transformación de la materia prima favorece a la percepción de que los primeros
tres procesos del sector minero son únicamente extractivos y con poco valor agregado,
mientras que las actividades secundarias logran mayor transformación y por lo
tanto añaden más valor agregado a la producción”.
La segunda imagen
nos muestra algo muy distinto… podemos observar el importante crecimiento del
“valor agregado” por la producción de concentrados, frente a una participación
constante de los procesos de industrialización. SI, producir concentrados de
cobre es “valor agregado”, incluso mayor que industrializarlos…
SI, la
minería en PERÚ genera “valor agregado”…
“Uno de los grandes mitos construidos en el Perú,
es que la minería no tiene valor agregado, gente educada llega a decir que se
exportan piedras. Esto no es cierto, ya que de cada sol producido en minería,
el 67% corresponde a su Valor Agregado”.
Y ahora con
el litio…
Desde
Chile, Gustavo Lagos en su nota Litio y valor agregado nos habla del “mito” del “valor agregado”: “Si las empresas tecnológicas tienen
poca innovación pueden tener grandes pérdidas, destruyendo valor agregado. De
las 10 empresas que tuvieron mayores pérdidas en toda la historia mundial hay
siete bancos y tres tecnológicas. Entre estas últimas están JDS Uniphase, Qwest
Communications y General Motors”.
¿El litio
sólo sirve si producimos baterías?... “Buscar innovar en áreas de alta
tecnología es una estrategia correcta… pero ello tiene que ver con la necesidad
de diversificación y sofisticación de la matriz productiva, cultural y social
del país y no con el valor agregado”.
¿Todo ese
“valor agregado” es ganancia de la empresa?... NO
NO, porque
existen proyectos que fracasan, y son la mayoría… Por cada hallazgo exitoso,
que se convierte en yacimiento en producción, la empresa debe afrontar el
tiempo e inversión enterradas en los fracasos, por cierto, más numerosos. El “valor
agregado” es sólo para cada proyecto exitoso, de nada sirve el valor creado en
un proyecto inviable. Y los fracasos se financian con el beneficio obtenido en los
éxitos, si es que hay alguno.
En cambio, SI
es ganancia para el Estado y la comunidad, porque sobre ese “valor agregado” de
cada proyecto en producción, se abonan los impuestos a la renta.
¿Industrializar
las materias primas?, nada lo impide…
Nos
plantean la opción entre la producción y venta de materias primas frente a su
industrialización. En vez de concentrados, producir cables…. en vez de producir
carbonato de litio, fabricar baterías… Y son falsas opciones. Nada impide que
cualquiera invierta en una planta de baterías de litio, que compre el carbonato
y las fabrique. Nada impide que cualquiera instale una refinería y laminadora,
para convertir el concentrado de cobre en productos terminados. Producir materias
primas no impide que alguien las compre y les agregue más proceso industrial,
en el exterior o en nuestro país. Las materias primas están disponibles, cualquiera
puede correr el riesgo, invertir y producir…
Producir
materias primas e industrializarlas, no son opciones opuestas…
Con
minería, creando “valor agregado” desde la prospección…
Aplicando
conocimiento, tiempo y dinero, la minería convierte rocas de escaso valor y ubicación incierta, en insumos de
importancia industrial. Un proceso que empieza con una idea de exploración
hasta llegar al desarrollo de la mina. De esa forma la minería crea “valor agregado”,
que recién se va a realizar plenamente cuando la mina entre en producción, generando
trabajo, actividad económica y recursos tributarios.