El eco
de una campaña de difamación anónima.
El
4 de diciembre pasado las Asambleas Ciudadanas Riojanas emitieron un informe
difamatorio sin mayor repercusión en los medios, más allá de ser reproducido en algunas redes
sociales. Acusaciones tan poco serias, que no tuvieron impacto en la prensa ni entre los activistas
antimineros locales. Campaña difamatoria personal y a mi familia, sobre la que
subí la nota “Comunicar minería tiene sus riesgos…” del 11 de diciembre, que también fue levantada en medios mineros y redes
sociales.
CLARIN,
llegando tarde y mal…
Un
mes más tarde, el 3 de enero, el periodista Gonzalo Sánchez del diario Clarín,
realizó un “incisivo” reportaje telefónico, basado en la pasada difamación e involucrando
a mi familia.
Establecí
contacto con el “investigador” y le envié la información necesaria para
desmentir las falsas acusaciones,
poniéndome a disposición para cualquier aclaración que necesite. Muy amable, el
periodista contestó: “Estimado Martín, gracias por escribirme. Me pongo a leer
lo que me envió. Y trato de llamarlo por la tarde. G.” En mi ingenuidad, supuse
que un periodista serio comprendería que una campaña de difamación anónima no
merece ser reproducida. Nunca me llamó, ni pidió aclaración alguna… ya debía
tener todo “investigado”.
El
eco tardío de una campaña anónima…
Y
es anónima, porque estas “asambleas ciudadanas” actúan de esa forma, no corren
riesgo alguno, pueden difamar, mentir y acusar, sin tener que hacerse cargo de
las consecuencias, no tienen personaría ni nadie que asuma la responsabilidad
de sus actos. Citar la información de estas asambleas es no citar a nadie… y el
periodista lo sabe, un periodista serio lo sabe…
Ni
noticia, ni investigación…
Dos
meses más tarde ya no era noticia, ¿sería investigación?, TAMPOCO. Acá van
algunos detalles que no investigó, y no por ocultos, alcanza con buscar un poco en la web:
TÍTULOS
Y CARGOS: Ni el titular del instituto mencionado es geólogo, ni es presidente
del mismo. Ese cargo no existe, la organización no tiene presidente ni
vicepresidente como menciona la nota.
MI
TRABAJO EN MINERA EL PORTAL: No estuve “al frente de la Asesoría de Relaciones
con la Comunidad de la empresa Minera El Portal / OSISKO Mining en La Rioja”,
como indica el periodista. Y no porque lo diga ahora, se lo informé un mes antes
y ya lo habían mencionado hace más de un año El Independiente,
Noticias Rioja,
Fenix,
Noticias NOA,
que incluso detalla quién ocupó ese cargo, y hasta Diario Chilecito,
el único medio que reprodujo la difamación, al menos en los días que se produjo
como noticia, y no más de un par de meses tarde.
QUIÉN
ELABORÓ LAS LLAMADAS “LISTAS NEGRAS”: También nos informa que soy “señalado por
los asambleístas de Famatina y Chilecito como quien colaboró en las tareas de
inteligencia que derivaron en el armado de listas negras de manifestantes
antimineros en diciembre de 2011”, llegando tarde otra vez, ahora el “señalado”
es otro. El 9 de enero una vocera de los ambientalistas de La Rioja, lo aclara en
el reportaje que concediera al Observatorio de Conflictos por los Recursos
Naturales:
PREGUNTA:
“Un ex asesor de Minera El Portal desveló, el 11 de diciembre de 2012, que la
lista con los nombres de los líderes famatineños de las protestas contra la
minería, capturada al personal de la empresa un año antes y uno de los
detonantes del conflicto más reciente, fue confeccionada con el propio
intendente de Famatina, Ismael Bordagaray…”
RESPUESTA:
“Se suponía que esa lista se había hecho con punteros que trabajan para el
sector político que está de acuerdo con la minería. Personalmente, no creo
mucho en esta postura de los políticos que hoy abrazan la lucha: el intendente
de Famatina se puso de nuestro lado recién el 16 de enero, cuando las asambleas
se habían puesto en alerta en diciembre. A mi parecer, su presencia a lo largo
del año en todas las marchas ha empañado la lucha. No creo que su postura sea
genuina, y no creo que se haya puesto de nuestro lado por creer realmente, como
lo hace uno, que la minería no es buena… Los políticos en este pueblo un día
dicen estar y al otro día ya no. Estas cosas te van demostrando quiénes son,
cómo se manejan, qué es lo que hacen y hasta qué punto suman o restan”.
Medias
verdades, eso que permite engañar sin mentir… Y no sólo medias verdades, omisiones,
información falsa, ignorancia, y hasta la edición del reportaje de la nota con
evidente mala fe.
¿Le
interesa realmente el medio ambiente?, ¿le importan los glaciares?
No
creo. El multimedio al que pertenece el periodista está sumido en una lucha
legal y mediática con el gobierno. La postura antiminera, y su declamada defensa
de los glaciares y el medio ambiente, es sólo un renglón más en ese combate. El
periodista, actuando como soldado en esa guerra, parece estar dispuesto a
retorcer la realidad a su antojo e incluso a dejarla de lado. ¿Perjudicar a terceros?,
¿afectar su buen nombre?,… sólo un “daño colateral”.
¿Qué
tipo de periodismo es esto?
Ni
noticia, ni investigación… hacerse eco de una denuncia anónima, editar un
reportaje, omitir información, desconocerla u ocultarla, ¿es eso periodismo?,
¿o es sólo manipulación? Y encima erigirse en juez de la ética ajena.
Ni
noticia, ni investigación… ¿será “periodismo basura”?