10/5/13
MENDOZA: el MITO de la “cultura del agua”
Se oponen a la minería diciendo que defienden el agua, que
Mendoza tiene
una “cultura del agua”, y hasta hacen trabajos académicos sobre
eso: “El 70% del territorio argentino es zona árida o semiárida, incluyendo
toda la provincia de Mendoza… Esta realidad ha marcado fuertemente la identidad
de gran parte de los mendocinos, y su “cultura del agua”. En Mendoza, el agua
es el principal condicionante para el desarrollo de sus actividades”… colocando
al agua como eje central de la lucha contra la megaminería en Mendoza… Incluso
ha dado nombre a la asamblea provincial que nuclea a los grupos existentes en
toda la provincia: la Asamblea Mendocina por el Agua Pura (AMPAP). Este factor
potenció la organización y multiplicación de las movilizaciones en defensa del
agua y en oposición a la megaminería, ya que esta actividad fue vista como
“secante y contaminante” de las fuentes de agua”. Fragmento extraído de la
tesis doctoral de Ciencias Sociales de Lucrecia Soledad Wagner.
Si la “cultura del agua” fuera real, los mendocinos la cuidarían,
sin desperdiciarla ni contaminarla, logrando el mejor aprovechamiento del
recurso. ¿Existe esa “cultura del agua” en Mendoza?, ¿o es sólo un mito?
¿Cuidamos el agua en Mendoza?... NO
No falta agua en Mendoza, según las propias palabras del fallecido
periodista Gabriel Bustos Herrera en su última nota:
“El problema es que regamos con métodos tan antiguos, que de cada 100 litros de
agua que se deriva de nuestros diques y canales al riego, sólo llegan
efectivamente a las raíces no más de 30 litros. Apenas un 15% de nuestra superficie agraria productiva riega con
métodos modernos que le permitan ahorrar o bien usar el agua cada vez más
escasa. El resto, prácticamente riega como nuestros huarpes...”
En el ámbito rural, Mendoza desaprovecha la mitad del agua,
si se impermeabilizaran los canales se podrían regar 200.000 hectáreas más. En
la zona del río Mendoza se pierde 54% y la del Tunuyán 40%, según declaraciones
del titular de la Fundación por el Agua.
No sólo en el campo, se desperdicia también en la ciudad…
En el Gran Mendoza se pierde el 10% del agua que se
potabiliza,
unos 86,4 millones de litros por día son desperdiciados. Para el Gran Mendoza
se potabilizan unos 7.000 l/s abastecidos por AYSAM (empresa de aguas de
Mendoza), mientras que Luján, Maipú y otros 45 operadores potabilizan otros 3.000
l/s. Esto da un total de 720 litros diarios por persona, sin embargo, se estima
un consumo real de 650 litros diarios, el 10% restante se pierde por roturas,
conexiones clandestinas y filtraciones.
Mientras en Maipú el consumo diario por habitante es de 450
litros, en Luján se eleva a 920 y en
Tupungato, en pleno Valle de Uco, a 1.200 litros por día, cuando la
Organización Mundial de la Salud establece que para ciudades como Mendoza
debería ser de 250 litros diarios por persona.
No solo derroche,
también contaminación…
En el oasis norte
de Mendoza, el mal manejo del agua de riego y la
contaminación agrícola, urbana
e industrial, salinizan y contaminan con nitratos el primer manto acuífero,
poniéndose en explotación el segundo y tercer manto, más profundos y de mejor
calidad, abandonando los pozos antiguos. Se estima en unos 8.000 los pozos abandonados mal cerrados, que ponen en contacto el manto de agua
mala con el segundo y tercero, contaminándolos. Ya hay zonas urbanas y
semiurbanas cuyas aguas de red no son potables por el alto contenido de nitratos, debido a sistemas cloacales obsoletos y
la falta de tratamientos de residuos. Contaminación que se extiende a todo el
oasis norte mendocino, según nos informa el INA (Instituto Nacional del Agua).
En campos y
canales se arrojan envases de agroquímicos; el ISCAMEN estima unos 600.000 envases desparramados
en los oasis, unas 75 toneladas de residuos tóxicos. Agroquímicos que matan
peces, al derramar herbicidas y pesticidas en alta concentración sobre las
aguas de un arroyo provocando la muerte de más de 30 mil peces en Tunuyán. Y no sólo a los peces,
también a la gente, cuando se muere de cáncer en Gral. Alvear por los agroquímicos.
Y también hay turismo contaminante, con empresarios irresponsables que
contaminan nuestras aguas, como es el caso de las piletas de agua termal de
Cacheuta, vertiendo sus efluentes con cloro al río Mendoza, matando centenares
de peces.
Y más BASURA en los canales, toneladas y toneladas de basura…, y no
sólo en los canales, también en las acequias.
La cultura del
agua es sólo un MITO
Al igual que las personas, las sociedades suelen tener imágenes
distorsionadas de sí mismas, imágenes tranquilizantes, “políticamente
correctas”; vemos lo que deseamos ver…
Tanto en el agro
mendocino como en áreas urbanas el agua se desperdicia, su consumo es excesivo, se la contamina y
llena de basura. Los hechos muestran que la “cultura del agua” en Mendoza es
sólo una postura, es lo que queremos creer, otra hipocresía más. Lo que existe
es el MITO de esta “cultura”, y mientras no aceptemos la realidad, no podremos
afrontar el problema: no falta agua en
Mendoza, hay pero se la derrocha y contamina. Lo que falta es conciencia de su
importancia, e inversión para utilizarla en forma eficiente y racional.
La "cultura del agua"... un mito muy útil para mantener a Mendoza en el atraso, para que nada cambie,... para oponerse a todo,... y hasta para vender ideología...