25/10/16

Se acaba la mina, ¿qué queda?


El discurso antiminero ha instalado como mito que la minería deja "tierra arrasada" a su paso, un discurso apocalíptico que intenta sembrar el temor en la población. 

Es inevitable, la minería, como toda otra actividad, genera un impacto en el medio ambiente. Mientras que en el pasado no se tomaban mayores precauciones durante la producción, ni se restauraban sus efectos, actualmente la legislación y las normas de la industria lo exigen. Es así que se ha desarrollado la tecnología y los procedimientos para disminuir el impacto y recuperar las áreas afectadas ambiental y hasta paisajísticamente, cumpliendo la ley y los acuerdos con la comunidad, ya que en el cierre de minas, también se contempla el factor humano.

El CIERRE DE MINA es parte de la inversión y es obligación legal, tiene su Estudio de Impacto Ambiental, que una vez aprobado se convierte en el plan de tareas y es la base del CONTROL DEL ESTADO.

Y no sólo hay que cuidar la naturaleza...

El cierre de minas no sólo contempla que el área impactada se integre nuevamente al paisaje, sino también que, finalizada la producción minera, la comunidad siga manteniendo un nivel de actividad económicamente sustentable.


¿Cuándo empezamos a cerrar la mina?, ¿cuándo terminamos?...

El cierre de minas comienza desde mucho antes del final de la producción, de hecho también se "cierran" las tareas de exploración, sigue durante la misma producción y se prolonga años después del cese de actividad, con un monitoreo constante de la estabilidad del área intervenida.

¿Por dónde empezar?...

El primer paso es determinar el uso final del área impactada: natural, agrícola, urbano, ocio, deporte, industrial, etc. Comienza con el estudio previo del entorno medioambiental y socioeconómico del área y alrededores, teniendo en cuenta los siguientes factores:

Geoecológicos, como clima, geología, litología, fauna, flora, hidrología, paisaje, etc.

Culturales, demografía, economía e historia de la región.

Los tipos de uso del suelo definidos por las reglamentaciones, el ordenamiento territorial vigente y hasta los usos anteriores del área.

Intereses de la comunidad, en un permanente diálogo y negociación con la gente, sus  entidades locales (iglesias, asociaciones, etc.) y la administración local.

Acuerdo con el eventual propietario de los terrenos.

Estudio de las opciones posibles, sus costos y beneficios sociales, ambientales y económicos, tanto de las obras como del mantenimiento en el futuro, para que sean sustentables.

Prevención, restauración y remediación

Podemos distinguir tres grados de intervención: la PREVENCIÓN del impacto, que se lleva a cabo durante la misma producción; la RESTAURACIÓN del terreno, devolviendo el aspecto más parecido posible al original, o asignando un nuevo uso; y la REMEDIACIÓN, que es la solución de los pasivos ambientales, limpiando la basura que queda si la prevención y la restauración han sido mal hechos, o pero aún, no se hicieron. Cuando se aplican las correctas medidas de prevención y luego de una adecuada restauración, no debe quedar basura para remediar.

Acciones para cuidar el ambiente:

PREVENCIÓN, adoptando la tecnología necesaria para no generar pasivos ambientales (basura) durante la operación. Si bien podemos remediar los pasivos, es mucho más sencillo prevenir y planificar el cierre de la mina con la debida anticipación, para evitar dejarlos. Con la PREVENCIÓN se llega al fin de la producción minera con la mayor parte de los potenciales problemas que puedan afectar al agua, el suelo y el terreno resueltos, de modo que sólo quede por realizar el desmantelamiento y la restauración.

MITIGACIÓN, disminuyendo el impacto ambiental durante toda la vida de la mina, desde la exploración. 

COMPENSACIÓN de las áreas afectadas desarrollando otras. La legislación argentina no lo prevé, pero si está vigente en otros países como Colombia. La idea es compensar los impactos negativos que no puedan ser evitados, corregidos o  mitigados y que conlleven pérdida de la biodiversidad en los ecosistemas naturales; de manera que se garantice la conservación efectiva de un área ecológicamente equivalente, generando una estrategia de conservación permanente y/o su restauración ecológica, a fin de garantizar la no pérdida neta de biodiversidad.

RESTAURACIÓN y REHABILITACIÓN, devolviendo el área a la naturaleza o eventualmente, a su nuevo uso.

La RESTAURACIÓN en detalle...

Desmantelamiento o refuncionalización de las instalaciones.

Almacenamiento de residuos: Escombreras, estériles y colas (balsas, relaves).

ESTABILIDAD QUÍMICA: Neutralización y/o aislamiento del material con riesgo de contaminación, evitando el contacto con agua y suelo por medio de drenajes e impermeabilización.

ESTABILIDAD FÍSICA: Acondicionamiento del terreno, remodelado, relleno, tareas para evitar posible erosión, sedimentación, inestabilidad e inundación.

RECUPERACIÓN DE SUELOS: Arranque, acopio y tratamiento de tierra vegetal, creación de nuevo suelo y tierra vegetal, laboreo y abonado.

REVEGETACIÓN: Elección de las especies adecuadas, desarrollo previo de plantines, plantación y/o siembra.

Gran parte de estas tareas comienzan mucho antes del fin de la producción, desde la elección de los sitios de depósito de materiales, su neutralización, aislamiento, arranque, acopio y tratamiento de tierra vegetal, desarrollo de viveros con especies nativas, hasta buena parte de la revegetación.

Y trabajar con la comunidad, “hay una vida después de la mina”

La responsabilidad de la empresa en el cierre de mina abarca más allá del compromiso con el medio ambiente, también incluye a la comunidad local, contribuyendo a su sustentabilidad a largo plazo.

Durante la vida de la operación minera, junto a la comunidad y las autoridades locales se planifican nuevas actividades, promoviendo iniciativas empresariales, microemprendimientos y desarrollo de habilidades, colaborando en programas locales de diversificación económica. El cierre también contempla el apoyo a los empleados para identificar nuevas oportunidades laborales, incluso hasta la relocalización de personal.

Minería ambiental y socialmente sustentable

La restauración en Golden Cross  (Nueva Zelanda) o Cerrejón (Colombia) no son hechos aislados, más bien es la norma de la industria. No es necesario llegar a casos extremos, como el del complejo hotelero que se construirá en Songjiang, cerca de Shanghai - China, en una cantera abandonada. Estos ejemplos muestran que se pueden extraer recursos mineros  sin dejar “tierra arrasada”.

El plan de cierre forma parte de la inversión minera y existe la normativa a seguir, de acuerdo a estándares internacionales. No sólo es posible técnicamente, es obligación legal hacerlo, de tal modo que la extracción minera  sea social y ambientalmente sustentable.

El CIERRE DE MINA es una de las etapas de la minería, es parte de la inversión… Y ES OBLIGACIÓN LEGAL.