5/6/12
La UTOPIA posible, desarrollo con minería
"no quiero que las villas de emergencia del Gran Buenos Aires o del
Gran Mendoza se llenen de sanjuaninos. Los quiero trabajando en mi provincia,
con trabajo digno, con salario digno y con mucha sustentabilidad, especialmente
la ambiental" (José Luís Gioja, Gobernador de San Juan, Argentina).
“el desarrollo responsable de la
minería es fundamental para el progreso del país. No podemos sentarnos como
mendigos en el saco de oro”. Rafael Correa, Presidente de Ecuador.
Pensando en el futuro: “… porque nosotros hacemos la campaña para
nuestros hijos, y para que dentro de 7, 8 o 10 años realmente la gente viva
mejor”… “Durante mi mandato en el que quedan 3 años, no vamos a poder hacer
minería”, nos dice Beder Herrera , Gobernador de La Rioja.
Parecen sólo expresiones demagógicas…, pero no nos apuremos en juzgar.
Son políticos y están haciendo su trabajo,… marcar el rumbo,… imaginar su país,
o su provincia dentro de 10, 20 años…, diseñar un futuro mejor. Lo están
comunicando, y lo hacen bien…
Están instalando una UTOPÍA,… pero una realizable, la del desarrollo
ambientalmente sustentable, con participación de la comunidad,… con minería.
Por qué una UTOPÍA?.
Podemos
oponernos a una utopía sólo refutando???
Si
bien es necesario rebatir las bases pseudocientíficas y hasta mágicas de la
utopía ambientalista, la mera refutación no alcanza. La gente se va a movilizar?,
va a sentir?, va a soñar por el escaso uso de agua, o porque el cianuro no
contamina, porque el agua se recircula?. NO,… eso es muy aburrido, no emociona,
no moviliza a nadie…
Guy
Sorman (“Le Progrès et ses ennemis” - El progreso y sus enemigos - 2001) lo explica mucho mejor:
El
pensamiento ambientalista es una UTOPÍA, “un mito en acción, una promesa de un
mañana que se parecería al anteayer. Qué se le opondrá?. El principio de la
realidad u otro mito activo?”. “Para los realistas, la crítica de la utopía
basta para destruirla (…) Para otros, solamente una utopía sustituta puede
resistir aceptablemente a la seducción de la utopía dominante (…) estas dos
escuelas de pensamiento (…) parecen menos contradictorias que complementarias (…)
la abolición del mito es una condición de la búsqueda de la verdad, pero la
construcción de un mito sustituto, es decir, de un proyecto de sociedad,
también es indispensable. SIN SUEÑO, LA REALIDAD SE NOS ESCAPA.”
Con
una utopía que prometa un futuro mejor, fundada en bases reales, científicas,
y construida a partir del desarrollo
ambientalmente sustentable con participación de la comunidad. Y no hablamos de
desarrollo minero, hablamos de desarrollo en sentido amplio, de desarrollo con
minería.
Los
desafíos a vencer…
Hay que vencer el natural desconocimiento ante lo nuevo, los temores,
dudas y sospechas de la comunidad, con información, con certezas, con la
promesa de un futuro mejor.
Hay que vencer el discurso conservador de los que promueven el
subdesarrollo, de los que creen que no hay nada que cambiar, el discurso de la
resignación y del atraso.
Hay que vencer el discurso de los que en vez de ir a trabajar todos
los días, pueden dedicar su tiempo a tratar de imponer su ideología, jugando a
la revolución. El discurso de los que insultan, de los que escrachan, de los
que rompen, disfrazándolo de buenas intenciones con el medio ambiente… Es el
discurso de los que sólo nos quieren imponer un combo ideológico.
Hay que vencer el discurso facilista de los políticos demagogos, que
a falta de ideas, sólo escuchan al que grita más fuerte, a los que traen las
pancartas, creyendo que eso es la gente, creyendo que eso es la opinión de la
sociedad… Es el discurso de los que sólo quieren hacer un negocio
político.
La utopía del desarrollo debe ser promovida por los medios,
por las instituciones de la sociedad,
cámaras empresarias, universidades, colegios profesionales, ONGs y toda aquella
organización civil que apueste al desarrollo.
LA
UTOPÍA DEL DESARROLLO debe ser parte del discurso de aquellos políticos que aspiran
a un futuro mejor.
Instalar
la utopía del desarrollo es tarea de convencimiento, de sumar voluntades, de
negociación. Para instalarla hay que hablar, mostrar, entusiasmar, movilizar,
es un trabajo político, y los
principales responsables de hacerlo: LOS POLÍTICOS…
Y
cuál es el trabajo del comunicador?
Dar
los elementos técnicos, aportar las herramientas, buscar la oportunidad y
elaborar el material, para que las organizaciones civiles, los comunicadores y
especialmente los políticos, aquellos que apuestan por un FUTURO, hagan su
trabajo. No es tarea menor...
Numerosos
eventos de la historia, la más grande o la más cotidiana, están ligados al
protagonista que la supo instalar en su sociedad, al líder que pudo movilizar a
la gente tras un objetivo.
Es
así con Atatürk y el Estado moderno,
democrático y secular Turco, Sarmiento con la educación pública, gratuita y laica, San
Martín con nuestra gesta libertadora o Winston Churchill con la resistencia al
fascismo. Pasado el tiempo, sus gestas parecen fáciles, unánimes, pero en su momento
debieron seducir, convencer y vencer la oposición de propios y ajenos, para
cumplir su sueño.
Salvando
la distancia en cuanto a la importancia de las gestas y de los personajes, y bajando
a nuestra más sencilla realidad, es cierto: nos arriesgamos a que se asocie la minería con un algún sector partidario, o con
un personaje político. Para eso no hablamos de desarrollo minero, hablamos de
la UTOPÍA DE DESARROLLO, no sólo de minería,… de
desarrollo con minería.
Puede
ser que la oposición, en su mezquindad, termine usando la antiminería para
hacer demagogia… No queda otra opción que correr el riesgo.
Y
cuando algún político demagogo utilice el discurso antiminero, hay que poner en
evidencia su ignorancia, su mezquindad, mostrándolo como un promotor del atraso,
la marginación y la pobreza. Y más aún cuando en su oposición, termine asociado
a los grupos de accionar fascista, que quieren imponer su pensamiento a fuerza
de intimidación y amenazas, violando la
libertad de las personas, cometiendo delitos.
No es tan difícil…
Debemos
canalizar la participación de la comunidad hacia la construcción de la utopía del desarrollo.
Participar
no es impedir, participar es ser parte del desarrollo ambientalmente
sustentable, ser protagonista.
“SIN
SUEÑO, LA REALIDAD SE NOS ESCAPA”
NOTA: Faltan dos notas más, la descripción y origen de la UTOPÍA ambientalista,
y por qué esta UTOPÍA seduce a las clases medias urbanas.