14/11/14
MINERÍA: ¿Con dos piedras y un trámite te hacés millonario?
"Agarran
dos piedras con mineral, las llevan al Consejo Minero y automáticamente les
tienen que dar la concesión por esas tierras. Esto lo hacen muchos particulares
y también empresas. Después terminan alquilando esas tierras a mineras que
realmente están en condiciones de invertir y se hacen millonarios",
admitió una alta fuente del Ejecutivo provincial de MENDOZA. Interesante
declaración que podemos leer en la nota Minería: ¿desarrollo genuino o negocio inmobiliario?. Y es interesante porque muestra el
grado de desconocimiento, prejuicio y porque no, hasta algo de envidia… no sólo
del funcionario, también del periodista que construye así su nota.
Parece muy
fácil, cualquier persona con dos piedras y un trámite se hace millonario… ¿Será
así de sencillo?, ¿por qué no prueban hacerlo?
¿Cómo
trabaja un emprendedor minero?
Para que
una actividad se desarrolle se necesitan bajas barreras de entrada, permitiendo
el ingreso de más jugadores con nuevas ideas y proyectos, que alimentan a los actores
ya existentes, e incluso que se convierten en factor de movilidad de los
mismos. Gran parte esos nuevos jugadores son emprendedores.
En minería,
al igual que en otras actividades, el universo de actores puede ser graficado
en una pirámide, en la vertical se ordenan por tamaño, con pequeños y numerosos
jugadores en su base, escasos y poderosos en la cúspide. Por la base entran los
nuevos actores con sus ideas y proyectos, proyectos que van fracasando o
madurando y ascendiendo hasta que los negocios son tomados por empresas más
grandes, o se convierten en fuente de movilidad y crecimiento de los mismos
actores. En minería, por cada Barrick o Rio Tinto en la cúspide, debe haber
numerosas Yamana, Troy o Mansfield repartidas en los niveles del medio y un
sinfín de pequeños exploradores independientes, emprendedores, en la base.
Esos
pequeños actores de la base, mal llamados “especuladores”, son los que, a
partir del estudio de información técnica, imaginación, experiencia y mucho
trabajo, seleccionan las áreas, las cubren legalmente, hasta realizan tareas de
campo para llegar a elaborar proyectos, y lo hacen a puro riesgo. Durante años
mantienen las propiedades, las ordenan legalmente, dan forma al proyecto y lo
ofrecen en las escasas oportunidades en que los ojos del mundo miran a Mendoza
para invertir. No son “especuladores”, son emprendedores que, con su conocimiento,
tiempo y años de dedicación, agregan valor a las propiedades. Son los que
alimentan el negocio minero desde la base. Es bastante más que dos piedras y un
trámite…
Cuando los emprendedores
convierten las ideas en negocios....
Son
numerosos los casos de pequeños desarrolladores mineros cuyos proyectos
progresaron, tan sólo basta recordar el caso de los diamantes en Canadá. Antes
de su descubrimiento en el Ártico en los 80, los diamantes de la mejor calidad
procedían de Sudáfrica. Este monopolio terminó cuando dos geólogos canadienses,
Charles Fipke y Stuart Blusson descubrieron kimberlitas cerca de Lac de Gras en
el Yukon, ellos sabían lo que buscaban y lo encontraron. El resto es una
historia de mucho trabajo, acuerdos y negociaciones.
Emprendedores,
y no sólo en minería…
Conocemos
muchos emprendedores que no tenían recursos para encarar sus proyectos… son
famosos. Aparte del fácil ejemplo de Bill Gates – Microsoft, hay otras historias también ajenas
a la minería, como la de Steve Jobs y su Apple II, la de Friis y Zennström con Skype, o para ponernos cholulos, la de
Stallone con Rocky.
Cuando hay
un buen proyecto, emitir acciones en la bolsa, hacer un Joint Venture, o buscar
un “business angel”, son algunos de los mecanismos de financiamiento que
comparten el riesgo, sin recurrir a un banco ni utilizar recursos propios, normalmente escasos. Pero no hay que buscar ejemplos tan
complejos, los hay más cotidianos, como cuando el propietario de un terreno se
asocia al desarrollador inmobiliario, arman el financiamiento con socios,
contratan una constructora, construyen y venden casas. Y en cualquier parte del
negocio, alguno de los socios puede vender su participación a un tercero,
porque ya hizo su negocio,... porque tiene otro proyecto mejor,... porque se
aburrió y se quiere ir,... ejerciendo la libertad de decidir sobre su
propiedad. Eso debe ser lo que el funcionario no comprende, lo de ejercer su
libertad…
¿Te gusta
el futbol?, acá va otro ejemplo (gracias al comentario de Pablito)
¿Como hace
entonces la industria para crecer? Existen cientos de pequeños emprendedores
que invierten tiempo y dinero para encontrar negocios potenciales. Es como el semillero de chicos futbolistas en los
clubes de barrio. Pequeños clubes o representantes los seleccionan, invierten
tiempo y dinero en su desarrollo, los prueban en clubes más importantes, incluso
los mismos clubes de primera también hacen su elección de candidatos y los
ponen a jugar. Cuando son muy buenos, es el momento de las grandes inversiones, vienen las
empresas más importantes del mundo, como el Barcelona, el Milan o el Chelsea a
comprar a los mejores. Otra vez como en una pirámide, los proyectos de
jugadores entran en la base, y van ascendiendo según su calidad, para llegar a
ser los Messi, Di Maria o Mascherano en los grandes clubes de la cúspide.
Exactamente igual que los proyectos mineros.
Y está
claramente expresado en la legislación minera....
El Código
de Minería de la Nación otorga los mismos derechos y exige las mismas
obligaciones, tanto a personas físicas como jurídicas, para acceder a la
propiedad minera y poner en producción yacimientos, prescindiendo de su
capacitación, antecedentes u origen del capital. Sólo hay que cumplir la ley,
nada más y nada menos. El Código es sabio, pone bajas barreras de entrada, para alimentar
de actores y proyectos a la minería.
También
establece que las minas pueden venderse y arrendarse como los bienes raíces. A
partir de allí se puede hacer todo tipo de acuerdo societario que la
legislación civil y comercial permita, incluyendo los “negocios inmobiliarios”
que tanto le molestan al funcionario y al periodista.
El
emprendedor minero es como cualquier otro emprendedor, usa su conocimiento y
esfuerzo, el dinero lo pone otro…
Es
imposible que el mal llamado “especulador”, el emprendedor, desarrolle un
proyecto minero por su cuenta, de su bolsillo; buscará algún mecanismo de
financiamiento que lo vinculará con otros actores, compartirán riesgos, y
libremente acordarán derechos, obligaciones y participaciones. Es lo que hace
cualquier empresa cuando desarrolla un negocio, minero o de otro tipo, es lo
que hacemos todos los días, nos asociamos, participamos, acordamos, ejercemos
nuestra libertad.
¿Cualquier
persona lo puede hacer?
¿Con dos
piedras y un trámite se hacen millonarios?... ¿así de fácil?... eso dice el
funcionario de turno, ignorando cómo se generan los proyectos mineros. Y lo
peor de todo, es que esta persona puede llegar a tener decisión en el área
minera… SI, estamos en un problema.
A todos los
que crean que desarrollar proyectos es tan sencillo, y especialmente al
funcionario, los invito a tomar dos piedras, hacer un trámite… y a juntar los
millones. Mientras tanto, por favor, no
hablen de minería sin saber.