28/3/14
Al SENADOR CÓMICO tampoco le gusta la química…
Quiere
prohibir el uso de sustancias químicas, pero sólo a la minería…
“Nadie está
libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis” nos dice Michel de Montaigne. Ni hablemos de expresarlas como proyecto
de ley.
El Senador
Cómico Nito Artaza ha presentado el PROYECTO PARA PROHIBIR MINERÍA A CIELO ABIERTO, al que ya le hemos dedicado la nota
Al SENADOR CÓMICO no le gusta “a cielo abierto” comentando su ARTÍCULO 1°. El
Senador Cómico, en su afán por impedir la industria minera, también propone
prohibir, sólo en la minería metalífera, el uso de insumos industriales de
empleo habitual en la industria y en nuestras mismas casas. Vamos ahora por el
ARTÍCULO 3°.
Insumos
industriales prohibidos:
“ARTÍCULO
3°.- Prohíbese el uso de cianuro, cianuro de sodio, mercurio, ácido sulfúrico,
ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico, ácido nítrico, ioduro de sodio, bromuro
de sodio, xantatos, alquilxantatos, alquilditiofosfatos, xantoformiatos,
detergentes, espumantes químicos, y toda otra sustancia química contaminante,
tóxica y/o peligrosa… en los procesos mineros de prospección, cateo,
extracción, exploración, explotación, desarrollo, preparación, almacenamiento,
e industrialización o procesos detallados en el inciso B del Artículo 249 del
Código de Minería, de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier
método extractivo.”
El Senador
Cómico ignora que ninguno de los productos mencionados se usa en la prospección,
cateo, extracción, exploración, explotación, desarrollo, preparación y almacenamiento
de minerales metalíferos. Sólo se usan eventualmente en el procesamiento de los
minerales para su beneficio o en la extracción
del metal. Alguno como el mercurio, no se usa en la minería industrial moderna.
También
quiere prohibir “toda otra sustancia química contaminante, tóxica y/o peligrosa”,
lista en que quedan incluidos varios productos de uso masivo, tanto industrial
como en el hogar. Desde los detergentes, pasando por lubricantes y
combustibles, hasta llegar al destapa cañerías y la lavandina para el uso
doméstico, que le estarían prohibidos usar a la industria minera en todas sus
etapas. Prohibición exclusiva para la minería, por suerte los podremos seguir
usando en nuestras casas.
El Senador
Cómico quiere prohibir todo…
Al Senador
Cómico le parece razonable y digna de ser legislada, la prohibición de uso de
combustibles y lubricantes (por cierto tóxicos), o los elementales productos de limpieza de
sanitarios, a las empresas que se les ocurra intentar buscar, encontrar y poner en
producción minerales metalíferos.
Al Senador
cómico le parece lógico condenar a los que trabajan en minería metalífera a
moverse en carros y caballos, quizá bicicletas (sin lubricar
ejes y rodamientos), a tener los baños y cocinas sucios, y a no poder combatir
las hormigas, ratas y cucarachas que pudieran invadir oficinas, galpones,
jardines e instalaciones dedicados a la
industria minera metalífera. No es serio…
Prohibir,
prohibir, prohibir… sólo a la minería
Si, sólo a
la minería metalífera le quiere prohibir el uso de insumos industriales de
empleo común en la industria y hasta en nuestro hogar. Sería muy largo
explicarle que sólo cerca del 10% de las sales de cianuro se emplean en la
minería mundial de oro, unos 600 yacimientos, la mayoría de ellos en países
desarrollados. El 90% restante se usa en la elaboración de muchos productos de
nuestra vida cotidiana, como en clarificación del vino y hasta como aditivo en alimentos (E-535), entre otros.
El Senador
Cómico no confía en nuestros ingenieros
Los mismos
ingenieros que construyen puentes, caminos y represas, son los que extraen los
minerales. Los mismos ingenieros que diseñan, construyen y supervisan nuestras
industrias químicas, de alimentos, farmacéuticas, etc., son los que, utilizando la misma ciencia
física y química, e incluso productos químicos similares, procesan nuestros
minerales. Aplican las mejores prácticas y medidas de seguridad disponibles;
son nuestros ingenieros, recibidos en nuestras universidades. Confiamos en
ellos cuando fabrican nuestros medicamentos, confiemos en ellos cuando procesan
nuestros minerales. Pero el Senador Cómico no confía en ellos, no confía en
nuestras universidades…
¿Y si le
pregunta al que sabe?,… ¿o es sólo otra broma del cómico?
De igual
modo que un geólogo no puede conocer los detalles del derecho constitucional,
ni un ingeniero de medicina sanitaria, es lógico que un cómico no sepa de
minería. Lo grave es que en vez de consultar a un experto, de rienda suelta a
prejuicios e ignorancia, sin filtro alguno.
Ignorancia
y prejuicio no son argumentos para fundamentar y plasmar un proyecto de ley, a
menos que no sea más que otro acto de comedia, imitando ser un legislador… Sólo
un mal chiste.