26/5/14
Acabemos con la gran minería, ¿se puede?
¿Cómo
terminar con la “megaminería”?, una propuesta para AMBIENTALISTAS
Es fácil,
te ahorras un montón de marchas, manifestaciones, cortes de ruta y pintadas en
la pared, hasta te va a quedar más tiempo para estudiar o trabajar. Incluso no
van a ser necesarios los actos de violencia y vandalismo, un clásico del
activismo más radicalizado. Es fácil, es sencillo…
AMBIENTALISTA,
puedes empezar ya mismo, en tu casa, con tu familia, con tus amigos y
compañeros de ruta. Pero primero debemos comprender quienes realmente
“consumen”, quienes “destruyen” y “agotan” los recursos naturales.
No es el
capitalismo, ni son las empresas, el “problema” es la gente…
SI, es la
gente, más de 7.000 millones de personas que insisten en alojarse, vestirse,
comer, climatizarse, comunicarse, transportarse, iluminarse, curarse y un
montón de cosas más,… incluso quieren tener agua potable en sus casas. Son
insaciables…
La gran
minería, o “megaminería", como les gusta llamarla, no existe porque las empresas,
o el sistema capitalista, o los neoliberales, quieran agotar nuestros recursos.
La “megaminería” existe porque es la única forma de proveer lo que la gente
quiere consumir, ese es el problema: los gustos burgueses y destructivos de la
gente, son las personas quienes “consumen” y “agotan” los recursos naturales. Son
ellos los responsables…
No es
limitando la oferta, es bajando la demanda…
Para expresarlo
en términos económicos: en vez de fomentar conflictos sociales para restringir
la oferta, tienen que operar sobre la demanda, convenciendo a la gente para que
abandone ese hábito de consumir productos mineros.
Con los
conflictos mineros afectan la oferta y hacen subir el precio de los productos
mineros, logrando que más inversores se tienten a encarar proyectos. En cambio,
si logran convencer a una buena parte de la gente del planeta que deje de usarlos,
las grandes minas: la “megaminería”, dejará de existir por falta de demanda, y habrán
cumplido su objetivo… Con una ventaja, este cambio de enfoque nos dará un poco
más de paz social.
¿Qué hay
que dejar de consumir?
Frenar la “megaminería”
se logrará dejando masivamente de emplear productos que contengan o hayan sido
fabricados usando insumos de origen minero, mayormente extraídos a “cielo
abierto”, entre los que se incluye, aparte de joyas y moneda metálica:
MATERIALES
DE CONSTRUCCIÓN: Cal, cemento, arenas, agregados, adobes, adoquines, varillas
de hierro y otros insumos para la construcción; vidrio en todas sus presentaciones
como planos para ventanas (también en vasos, copas, vajillas y envases);
cerámicas en sanitarios, aislantes para instalaciones eléctricas y hasta
vajilla, etc.
METALES: productos
de cobre, como alambres para circuitos eléctricos y aleaciones como en bronce; hierro
con todas sus alecciones, aplicaciones y prótesis médicas hechas de platino y
otros metales; grafito utilizado en lubricantes, lápices y elementos
electrónicos; productos metálicos de todo tipo, incluyendo cubiertos de mesa,
herramientas, utensilios de cocina, vehículos desde patines, patinetas,
bicicletas, motocicletas, automóviles, trenes, aviones, barcos, naves
espaciales; todo tipo de dispositivo electrónico, incluyendo teléfonos móviles,
teléfonos fijos, computadores, tablets, además de cámaras fotográficas, cámaras
de vídeo, instrumental médico, todo sistema de control industrial, ambiental,
de transporte, médico, satélites, etc.
QUÍMICOS Y
ADITIVOS: Fertilizantes, plásticos, textiles, medicamentos, artículos de
limpieza, cosméticos y productos de aseo personal, papel en todas sus formas,
incluso el de uso sanitario, etc.
TENEMOS UN
PROBLEMA CON LOS ALIMENTOS: Pues la mayoría de ellos fueron sembrados,
fertilizados, matados, cosechados, pelados, transportados, procesados,
adicionados, filtrados, entubados, almacenados, envasados, calentados,
enfriados y servidos usando productos mineros.
NI AGUA EN
NUESTRAS CASAS: Con productos metálicos se toma, bombea, entuba, adiciona,
filtra y potabiliza el agua de red. Hasta la llave que abrimos en nuestras
casas para lavarnos la cara, es un producto metálico.
La gran
minería existe gracias al consumo o utilización de todos estos productos y
muchos más. La gente demanda cada vez más minerales, impulsando la extracción
de recursos, que sólo pueden ser abastecidos con grandes yacimientos, la tan
famosa “megaminería”, normalmente a “cielo abierto”.
Hay que
convencer a mucha gente, y cada vez nacen más…
SEÑORES AMBIENTALISTAS,
mientras tratan de convencer a más de 7.000 millones de personas que renuncien
a esos “sucios vicios burgueses”, como tener vivienda y construcciones, calles,
energía, alimentos, transporte, comunicaciones, salud, cosmética, ropa y hasta
agua en sus casas, podemos apelar a la
racionalidad y buscar caminos más lógicos para cuidar el ambiente… Si es que
realmente es el medio ambiente lo que les importa.
Si quieren
una propuesta más racional, va una en serio…
Es muy
sencilla, colaborar con los organismos de control, hacer propuestas e integrarse a la
comunidad en los monitoreos participativos. Así, las ONGs que trabajan por el
desarrollo ambiental y socialmente sustentable, se pueden convertir en otra
instancia de control para lograr una industria minera cada vez más responsable.
Dialogar y
acordar mecanismos para poner los recursos naturales al servicio del desarrollo,
un desarrollo con cuidado del medio ambiente y participación de la comunidad; el
único desarrollo posible. Necesitamos establecer canales de diálogo, aportando
ideas para que todos hagamos las cosas mejor.
A mismo
tiempo, realizar campañas educativas para instalar en la sociedad la necesidad
de un uso más eficiente de los recursos, promoviendo hábitos de consumo
responsables, basados en la regla de las tres erres: REDUCIR, REUTILIZAR Y RECICLAR.
Ya sé, es
aburrido, no tiene el encanto de las marchas y manifestaciones, ni la gracia de
las denuncias catastróficas. No permite que los más exaltados liberen energías
dando rienda suelta a sus más brutales instintos, ejerciendo vandalismo y
violencia. No sirve para extorsionar a empresas ni a gobiernos, ni para alimentar
los bolsillos de la industria del juicio, ni de los gerentes de las
multinacionales verdes. Tampoco funciona para hacer campañas políticas ni
vender combos ideológicos. Pero es más útil y ético, eso SI es una ventaja.
Sospecho
que estas propuestas no van a ser escuchadas…
Una por
estúpida, la otra porque le quitaría a la “lucha ambientalista” su razón de ser:
sólo un argumento en pos de objetivos políticos, ideológicos y también
económicos. Quizá solo un ejercicio revolucionario para algunos, para otros un
muy buen negocio.
PARTICIPAR
NO ES IMPEDIR, participar es ser parte, ser protagonista del desarrollo de tu
comunidad.
Si la
propuesta de diálogo y participación no les interesa, es claro y evidente: NO
LES IMPORTA EL MEDIO AMBIENTE ni las comunidades, son sólo argumentos
para su lucha ideológica.
NOTA: Este
texto fue inspirado por un muy buen comentario del colega colombiano Lucas Vásquez
Rodríguez en Linkedin. Mi agradecimiento y saludo.